Motivo
Está comprobado que la luna contribuye tanto en la germinación o crecimiento de los olivos como en la fructificación de los cultivos en general. Ya en la agricultura ancestral, observar el sol y la luna eran métodos habituales para conseguir cultivos sanos y, actualmente, la agricultura biodinámica apuesta por recuperar esta práctica para aprovechar la conexión que existe entre las energías de la luna y nuestro planeta.
En el mercado se pueden encontrar calendarios lunares biodinámicos que te orientan sobre los mejores momentos para realizar labores agrarias en función de las fases lunares.
¿Cómo Influye la Luna en el cultivo del Olivo?
Pautas para entender cómo influyen las fases lunares en el cultivo de AOVE:
- Cuando hay luna nueva, no existe reflejo de luz, y, es por eso que las raíces y hojas de los olivos crecen más lentamente. Es el momento para realizar tareas de mantenimiento como el abono o la poda de árboles enfermos para que crezca con más fuerza al recibir la luz.
- En la etapa de cuarto creciente, la savia se eleva hacia la parte superior de los olivos, haciendo que su crecimiento sea mayor y afecte a su follaje y raíces. Es el momento para plantar los esquejes de los nuevos árboles, muy importante que procedan de olivos robustos y sanos en época de luna llena.
- Cuando hay luna llena, la savia se concentra más en el follaje que en el resto de las partes del olivo, por lo que estas se desarrollan más despacio. Es el momento para la siembre, pero solo regar en momentos de sequía.
- Por último, en cuarto menguante, la savia regresa a las raíces. Es, junto con la etapa de cuarto creciente, la mejor fase lunar para que los cultivos se adapten al medio y obtener una satisfactoria producción de aceitunas.